¿Cuál es tu convicción?

Hay personas que aseguran creer en Dios, pero en la primera prueba dudan de su poder. 


Hoy quiero recordarte la historia de tres jovencitos que vivian en un reino donde les exigían que debían arrodillarse ante una estatua, pero la convicción y fidelidad de ellos hacia Dios era tal que decidieron no postrarse por lo que fueron condenados a ser echados vivos a un horno de fuego, a lo que ellos respondieron: “Nuestro Dios, a quien adoramos, puede librarnos de las llamas del horno y de todo el mal que Su Majestad quiere hacernos, y nos librará. Pero, aun si no lo hiciera, sepa bien Su Majestad que no adoraremos a sus dioses ni nos arrodillaremos ante la estatua de oro.


Esta es la convicción que debemos tener en Dios, estar cien por ciento seguros de que su poder se hará real en nuestras vidas y nos librará de todo mal. 


Recuerda, Dios tiene hoy una bendición para ti.