Es posible que hoy no estés viendo las bendiciones financieras que Dios promete en la Biblia; pero eso no quiere decir que no las obtendrás o que Dios no cumple sus promesas. Tienes que entender y asimilar que el éxito tuyo es Cristo, aunque no veas aun tus deudas pagas, o no veas tu negocio florecer como quieres, o aunque el trabajo donde estás la remuneración no es la mejor. Si estás pasando por alguna de esas situaciones financieras, debes llamar las cosas que no son como si fueran y creer que tu éxito es Cristo.
Hoy te digo, si has rendido tu vida a Cristo ya el éxito está en ti, porque Él es el éxito.
Créelo y baja esa información de tu cerebro a tu espíritu y reconoce esa verdad. Entonces al creerlo y exteriorizarlo irás alcanzando el éxito por el favor que Dios activa sobre tu vida, y no tendrás que tener tres trabajos, ni tendrás que trabajar siete días a la semana, para llevar el sustento a tu hogar. Esa es la trampa que crea el enemigo, él quiere esclavizarte para que no pases tiempo con tu familia, no haya calidad de tiempo con tus hijos y estos crezcan sintiendo un cierto abandono sea del padre o de la madre, porque aunque estás haciendo todo para llevar el aporte monetario a tu familia, nunca pasas tiempo con ellos porque el trabajo te ha absorbido y eso no es lo que Dios quiere para ti, ni tu familia.
Tienes que creer que en Cristo tienes el éxito que necesitas y que, buscando su rostro, leyendo Su Palabra, Él te dará mejores estrategias financieras para tu negocio, un mejor empleo, y te guiará a ser mejor mayordomo de lo que Él te da. De esta forma podrás pasar más tiempo con tu familia y disfrutar de lo que Dios te ha dado.
El enemigo siempre tratará de traer al angustiador para decirte que no podrás, para estresarte, incluso enfermarte, decirte que no te alcanzará, etc. Pero te exhorto a creer de una forma persistente y contundente en el Dios que te ama y que Su hijo Jesús se llevó toda maldición de pobreza, escases y miseria en la cruz para darte libertad financiera. Él es quien abre puertas que nadie puede cerrar y cierra puertas que nadie puede abrir. Salmos 37:19 dice, en tiempos difíciles no serán avergonzados, y en tiempos de escasez tendrán abundancia. Créelo y nunca olvides. Tú éxito es Cristo y si le entregaste tu vida, el éxito vive en ti.
Mensaje extraido de la predica: “El Decreto se Revierte a tu Favor”