Y cuando entraron en el sepulcro vieron a un joven sentado al lado derecho cubierto de una larga ropa blanca y se espantaron. Mas ÉL les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Marcos 16:5-6 Es impresionante que los discípulos y todos los seguidores de Jesús aquí en la tierra en aquel tiempo pensaron que todo había acabado pues ya Él había muerto y lo fueron a buscar donde lo enterraron. Es fácil imaginar cómo aquellos fariseos y los escribas estarían muy felices pues la piedra de su zapato ya no estaba vivo, lo que ellos no sabían es que Jesús les había dicho a sus discípulos que Él iba a resucitar al tercer día.
La victoria que Él nos entrego fue a través de la resurrección. Recordemos la Palabra en 1 Pedro 1:3-6 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Nuestra salvación fue obtenida a través de la resurrección de Jesús