La Biblia está llena de simbolismos que Dios nos presenta para hacernos más fácil la comprensión de Su Santa Palabra, al hombre en muchas oportunidades nos compara con árboles como lo dice: Salmo 1:3.
Sin embargo, hay una poderosa Palabra en uno de los evangelios y de esta te hablaré hoy Lucas 3:9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.
Si Dios nos está mirando como un árbol entonces es muy importante que demos frutos, porque sino dice que podemos ser cortarnos.
Él espera que estemos dando frutos constantemente, además de producir los frutos de Su Santo Espíritu, estamos llamados a dar buen fruto en toda área.
Dios nos dice en Isaías 18:5 Porque antes de la siega, cuando el fruto sea perfecto, y pasada la flor se maduren los frutos, entonces podará con podaderas las ramitas, y cortará y quitará las ramas.
Dios va a podar a cortar, Él quitará lo que no sirve, va a tumbar de nosotros simbólicamente toda “rama” y “hojas” que están en ti y en mi impidiendo que avancemos.
Dios desea podarnos para que continuemos; pero si obstaculizamos a Dios, Él puede llegar a cortarnos. No obstante, aun cuando Él se vea en la tarea de cortarnos, porque no estamos haciendo las cosas bien, nuestro Padre es misericordioso y puede darnos vida permitiendo que retoñemos. Quiero que entiendan que si no avanzamos es porque no nos hemos dejado podar y hay ciertas “hojas” que deben ser podadas en cada uno de nosotros.
El invierno suelta las hojas que no sirven, en el invierno espiritual es igual, y se manifiesta en lo natural en nuestras vidas. Dios nos dice, estoy podando, sacando de ustedes toda “hoja” de incredulidad, celos, envidia, chisme, rencor, falta de perdón.
En lo natural las hojas de un árbol le da alimento al tronco. Se pueden imaginar si la hoja no está bien el alimento tampoco será bueno. En nuestra vida ha de ser igual, si no nos alimentamos bien en el área espiritual recibiremos mal nutriente y este nos hará mucho daño.
Tristemente muchos no quieren ser podados de ciertas cosas, porque llega el momento que le gustan tanto esas áreas de sus vidas que los demonios se aprovechan y llegan a gustarles sus propios demonios, no quieren aceptarlos, pero es así, como por ejemplo “hojas” en tu vida como: adicciones, chismes, hipocresía, etc.
El demonio apoya esas áreas muertas que está en ti que Dios quiere podar; pero como te gustan y no permites que el invierno las suelte entonces no puedes avanzar.
Dios quiere limpiarnos, el invierno es la preparación para la primavera para luego sacar nuevas hojas y flores.
La primavera que Dios tiene para cada uno de nosotros nos dará fuerzas para no abrazar y mantener lo que Él no quiere que mantengamos.
Vamos a decirle: “pódame” Señor, poda mis ramas, no quiero ser cortado, poda lo que tengas que podar, suéltame de lo que no sirve, Señor recibo el poder que me das para soltar las hojas que este invierno me esta podando y me preparo para mi primavera, en el nombre de Jesús. Amén
Mensaje extraido de la predica: “No te Quejes de tu Inviernos”